Explosión de color a la mexicana. Sin duda, este es el elemento más característico del impresionante Hotel W Punta de Mita, situado en la paradisíaca Riviera Nayarit, en México. El proyecto, fue desarrollado por ASET / AOMA en colaboración con la firma de diseño de Oakland, Mister Important Design y el galardonado estudio de diseño Starwood. Su maravillosa decoración rinde un claro homenaje a la historia de la zona, pues está inspirada en la cultura bohemia local del surf. Piezas únicas como los símbolos del pueblo Huichol (indígenas de Nayarit) llenan de historia y espiritualidad todos los rincones. La fusión de la cultura europea y la indígena se da vida en todo el hotel, tanto la zona interior como la exterior. El W Punta de Mita ofrece una selección de 119 elegantes villas de diseño y suites. Todas cuentan con balcones o patios privados, suelos de mosaico mexicano artesanal y cabeceras hechas con tablas de surf o de estaño perforado por artistas locales.
La bienvenida al hotel la da una monumental pasarela exterior de 140 metros que cruza desde la playa hasta el interior del hotel, revestida con mosaico. Ésta toma el nombre de “Camino Huichol”. El diseño, totalmente personalizado, destaca por su cuidada estética y su explosión de color, una perfecta mezcla de piezas verdes, amarillas, negras, blancas y azules, algunas de ellas fotoluminiscentes Incluso de noche pueden verse, añadiendo también seguridad al pavimento. Los responsables del proyecto quisieron plasmar en formar de mosaico un espectacular diseño indígena, en el que la geometría y los juegos de colores eran protagonistas. Fusionaron 14 referencias de mosaico , hasta conseguir un dibujo con las medidas perfectas, impactante y que se convierte en el hilo conductor del diseño del hotel. l colorido mosaico de la firma complementa con las demás áreas del hotel, igualmente diseñadas con increíble atención al detalle. La pasarela se mimetiza con el entorno, pues las tonalidades de azules se mezclan con el color del cielo y el del mar, resaltando aún más los acentos amarillos y verdes usados. Se usó mosaico con acabado antideslizante para garantizar la seguridad en todo momento.
Bajo la pasarela, a un lado, se encuentra la piscina. Esta no podría estar mejor localizada, pues bebe del espléndido sol mexicano, a la vez que disfruta de unas espectaculares vistas, mientras la brisa del mar acaricia la zona. Ideada para fundirse con el ambiente, su tamaño y forma rectangular resaltan la sensación de que la piscina se adentra en el mar. En el vaso se instalaron numerosas tumbonas blancas donde poder relajarse sin necesidad de salir de la piscina. La zona de piscina está llena de pequeños detalles que la hacen única. En el lounge, por ejemplo, se diseñaron cabañas privadas decoradas con grafitis de sirenas (La Mary, La Toña, La Rosy, La Lucha, La Cuca y La Lola), auténticas obras de arte.
Durante el proceso de construcción se pusieron en marcha las medidas necesarias para preservar el entorno natural. Muchos de estos elementos naturales se exhiben en todo el diseño del hotel, incluyendo la reutilización del agua de manantial en la zona de spa. Los arquitectos apostaron por materiales de alta calidad, ecológicos y que cuidasen el medio ambiente. Como el mosaico de vidrio Hisbalit, fabricado de manera sostenible con vidrio reciclado y pigmentos de origen natural. En el proceso de construcción se cuidó cada detalle para garantizar que las zonas exteriores y en particular la pasarela estuviesen integradas con el entorno.