ARIMA HOTEL

Ubicación: San Sebastián

Fecha de ejecución: 2016-17

Fotografía: Enrique Palacio

Cliente: Grupo Senso

Marcas participantes

Descanso: Cabeceros a medida, colchones 720 + topper, base Toppu de Ecus

Mobiliario: diseñado por Tarruella Trenchs Studio, Sancal, Jesse

Iluminación: Santa&Cole, Carpyen, Pulpo

Alfombras: Papiol

El hotel Arima pone el foco en la integración en el paisaje. Ubicado en el bosque de Miramón, su ubicación privilegiada envuelve un proyecto en el que se aúnan diseño y sostenibilidad. Tecnología de última generación que utiliza energía limpia como la geotermia y aerotermia, sistemas de recogida de agua para limpieza, filtros de reducción del flujo de agua y gestión selectiva de residuos, entre otros contribuyen a la filosofía sostenible del hotel. En los interiores se han combinado materiales nobles y resistentes como la piedra, el hierro y la madera, con texturas y tejidos suaves de tonos neutros. Las habitaciones cuentan con un aislamiento acústico de última generación, niveles de temperatura y humedad controlados y una baja concentración de CO2 en el aire.

El edificio diseñado por Hoz-Fontán Arquitectos, agrupa la Residencia Numad, el restaurante-cafetería Misura, salas de convenciones, aulas de cocina y gimnasio-spa. Ubicado en el bosque Miramón y a pocos metros del Basque Culinary Center  y del parque tecnológico. La premisa principal del proyecto de interiorismo era diseñar espacios atemporales y acogedores en el que las increíbles vistas sobre el bosque estuvieran presentes en todo momento potenciando la conexión con el entorno. Esta conexión exterior-interior se subraya dando continuidad al pavimento exterior de piedra blanca hacia el lobby y a las lamas de aluminio de fachada.

Las dimensiones del lobby exigían un ejercicio de organización, por lo que se introducen dos elementos verticales que ayudan a crear espacios acogedores. El volumen masivo de hierro negro integra la chimenea y a su vez oculta el acceso a los ascensores, junto a la cual los clientes pueden tomar un tentempié en mesas de madera y piedra y sillas tapizadas. En contraposición, la estantería de roble teñido se convierte en telón de fondo para el bloque de mármol blanco de la recepción.

Frente a la fachada del bosque, se generan espacios acogedores y versátiles con muebles bajos, lámparas decorativas y alfombras. Y junto a la entrada, un bosque interior con macetas metálicas protege la mesa comunal destinada al espacio de coworking. En las habitaciones, se diseña un mobiliario multifuncional de líneas puras y materiales nobles que consigue que el huésped se sienta como en casa. El objetivo de disfrutar de las vistas y la luz natural se potencia por la ubicación estratégica de espejos. Un volumen de vidrio tintado negro alberga en su interior el baño y el armario. El vidrio es opaco parcialmente de manera que funciona como lámpara y a su vez aporta luz natural al baño. El parquet de roble y las paredes en tonos neutros del dormitorio se transforma al llegar a los baños en gres porcelánico y revestimientos de Krion que se combinan con elementos de madera para dar calidez.

Finalmente, en los pasillos se crean juegos escultóricos de luces en los tramos de paredes limitados por puertas de roble.

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