Situado en el centro de Barcelona, en un edificio de oficinas de Diagonal, se encuentra el nuevo restaurante CROMA by FLASH. El estudio de iluminación arquitectónica Anoche ha sido el encargado del proyecto de iluminación.
Es sucesor del icónico restaurante FLASH de 1969 diseñado por Alfonso Milà y Federico Correa y con la fuerte vertiente de diseño gráfico de la fotografía de Leopoldo Pomés, representada por la silueta de Karin Leiz. La idea de Llamazares Pomés para el restaurante CROMA es reinterpretar el concepto actualizándolo a los tiempos de hoy en día. Introduciendo el color Kodak de las cajas de los carretes fotográficos a su representativa gama de grises.
Siguiendo el concepto de Llamazares Pomés, la luz funciona como un eje generador de ambientes. Uno de los elementos principales son los tragaluces, diseñados para mantener el aspecto acogedor y confortable del predecesor. Estos, se han convertido en cajas de luz que junto con los espejos y las siluetas crean un aspecto onírico en el restaurante sorprendiendo al cliente. Además, también se han utilizado sus perímetros para ubicar unas luminarias con las que sumamos a la luz general y ambiental para poder crear el punto de atención en la gastronomía.
El punto icónico del proyecto de Llamazares Pomés, recae en la recreación del flash. Un elemento representativo del restaurante FLASH que se ha querido trasladar en el CROMA sustituyendo la luz difusa de los apliques de pared en luz indirecta. La fachada alude el espacio interior gracias a una secuencia de flashes que invitan a entrar al restaurante imaginándose en una alfombra roja.