El hotel Parque La Paz abierto por primera vez en 1987 y renovado en 2019 por el estudio Equipo Olivares se encuentra en el sur de la isla de Tenerife. El objetivo de la remodelación era crear un hotel más confortable y renovar las habitaciones junto con las zonas comunes.
En la recepción del hotel existía una problemática de accesibilidad por lo que se eliminaron dos habitaciones de planta baja para enlazar la recepción con el exterior y diseñar una marquesina textil, una pérgola de cuerdas que filtra la luz y deja pasar el aire. Al fondo de la recepción, una urna vegetal con fondo de roca volcánica da paso al nuevo lobby-bar. En el interior, un espacio amplio y luminoso, destaca por la cerámica y el mármol. En cuanto a las habitaciones incorporaron una ventilación cruzada mediante una celosía de listones de madera regulable y también aplicaron una paleta de materiales como la madera, el mármol y la cerámica creando un espacio blanco y fresco. El elemento común que une el exterior (el bar, la piscina y el solárium) son las cuerdas trenzadas.