LEFAY RESTORT & SPA DOLOMITI

Lefay Resort & SPA Dolomiti, diseñado por Studio Apostoli de Alberto Apostoli, reinterpreta la arquitectura vernácula de los Dolomitas italianos, y redescubre los elementos esenciales de las poderosas montañas circundantes.

Le Corbusier, uno de los grandes arquitectos viajeros del siglo XX, definió las montañas Dolomitas como “la más bella obra arquitectónica del mundo”. Con esta premisa tan contundente podemos imaginar la magnificencia de estas construcciones de la naturaleza: montañas hechas de muros de roca, glaciares, torres y pináculos; montañas labradas y estructuradas por la atmósfera y las inclemencias del tiempo, donde se mezclan la cultura italiana, la alemana.
Las Dolomitas toman su nombre de una roca caliza riquísima en mineral dolomita, presente en esta cadena montañosa, descubierta por el geólogo Dieudonné Dolomieu, que se caracteriza por el color pálido que va tomando tonos rojizos al amanecer y en las puestas de sol. En este escenario lleno de mutaciones de luz, se ha levantado el SPA y hotel Lefay Resort, una construcción transparente y abierta que se conecta plenamente con la naturaleza circundante. El Studio Apostoli ha diseñado y desarrollado todo el interiorismo, el concepto interior, el desarrollo estructural, la dirección de arte, y el diseño de todo el mobiliario, iluminación, los acabados y superficies, así como los procesos funcionales y técnicos de los SPAS, de este resort de cinco estrellas, inaugurado el año pasado en Pinzolo, un área de esquí en Madonna di Campiglio.
Es una de las capitales del turismo de montaña, conocida también como la “reina de las Dolomitas”, la famosa localidad de Pinzolo, se encuentra en Val Rendena y es uno de los mayores centros de esquí a nivel internacional. La localidad cuenta con más de 60 km de pistas y 20 estructuras. Son famosas las pista 3-Tre (el nombre hace referencia a las “tres competiciones de Trentino”), en la que tienen lugar las competiciones de slalom especial de la Copa del Mundo de esquí alpino.

Alberto Apostoli es uno de los diseñadores con más prestigio de espacios “wellness” del mundo, acapara más de veinte premios internacionales y es un verdadero diseñador a 360 grados. Ingeniero, arquitecto, diseñador de producto e interiores, se puede considerar, además, un inventor de mecanismos muy sofisticados para SPAS. Todo su conocimiento quedó volcado en el libro “Architecture of the SPA”, publicado en el año 2012, una de las biblias del diseño de espacios dedicados al bienestar.
Las elevadas pendientes son la raíz del complejo constructivo de Lefay, totalmente integrado en el paisaje, emerge a dos aguas desde el bosque, blanco en invierno y de un intenso verde en verano. Las fluctuaciones del tiempo atmosférico guían la luz y la posición de cada parte del diseño de Apostoli. La madera y la piedra local dan forma a cada estancia con sencillez y líneas muy puras y definidas. “Hemos marcado un estilo pulido muy italiano en las montañas, nos han guiado la excelencia en los acabados y la notoriedad de la naturaleza sobre la construcción”, explica Alberto Apostoli.
El prestigio de esta zona de esquí no se contrapone a la sencillez rural que sigue imperando en el espíritu de las nuevas construcciones, “Nos ha movido y condicionado un respeto casi místico al entorno, el interior sigue las horas del día y de la noche de la luz exterior, este ha sido el concepto de todo el proyecto”. El interior destila el origen de cada elemento natural de los alrededores, una filosofía de la familia Leali, promotores del proyecto y del equipo de Lefay Resorts Project, que trabajaron muy de cerca con el Studio Apostoli para dejar constancia en cada detalle de detalles muy precisos que transmiten la idea clave, estilo de vida italiano, lujo contemporáneo, energía sostenible y excelencia en todos los ambientes creados.

La estructura tiene nueve niveles con apartamentos privados y ochenta y ocho suites de hotel junto con un SPA, interior y exterior, dividido por edades. El interior y el exterior están conectado por la transparencia de las fachadas y grandes ventanales en cada espacio, una apertura a la luz que llega incluso a las chimeneas de cristal, cajas transparentes que encierran el fuego, aportan calidez al los espacios y un núcleo de reunión perfecto para evadirse con la contemplación de las llamas.
Fuego madera y roca, elementos que se repiten en sus tonos naturales, ocres, tostados, beige, pardos…, todos los colores de la tierra multiplicados en los espacios comunes y en las habitaciones y zonas de recreo. El lobby se abre en un gran hall de entrada con una zona de relax, de lectura y conversación y encuentro, y otras zonas comerciales y varios restaurantes. No hay rupturas en el estilo general marcado por los elementos materiales, quizá alguna concesión industrial en las cocinas de los restaurantes. “Todo el mobiliario e iluminación se ha diseñado para este edificio alpino, a modo de “taylor-made”, como un traje a medida, era importante buscar en las raíces locales y cumplir con las exigentes líneas marcadas por el grupo Lefay, comodidad y versatilidad, líneas clásicas y serenas, que no rompen con la comunicación con la naturaleza exterior” apunta Apostoli. La naturaleza casi se puede tocar en cada estancia, se puede sentir el aroma y su tacto en cada rincón. La integración es total en espacios abiertos acristalados con separaciones en madera de roble y aplicaciones de latón.
Pureza y fluidez se deslizan con suavidad en la piscinas abiertas al exterior desde el interior cubierto, agua cristalina azulada, que fomenta el efecto espejado que refleja la naturaleza, un eco que multiplica la voz del bosque, verde o nevado según la estación. En esta zona concreta de esparcimiento, un  balneario contemporáneo, Apostoli deja ver su especialidad, el bienestar del cuerpo y de la mente. La temperatura, los elementos tecnológicos, la luz, los jacuzzis, saunas, los grifos y duchas han sido diseñados por el estudio para este proyecto o han elegido piezas de las ya diseñadas por ellos para diferentes empresas editoras, grifos y duchas Newform, Jacuzzi Sasha o iluminación para la marca Fabbian.

El corazón de este resort es el SPA con 5.000 metros cuadrados y varios pisos diferenciados, con una planta entera para tratamientos. Las superficies intercalan la sencillez del granito labrado con los mármoles negros veteados que realzan el mobiliario para las terapias especializadas o el área de “fitness”. “Hemos creado una fuerte identidad alpina, con un diseño integrado y “customizado”, adaptado para generar la mayor comodidad, placer visual e incorporación del ambiente interno con el entorno”, señala Apostoli.

El color intenso de la dolomía dona a las montañas un factor de cambio continuado: el blanco imperante se transforma (se denominan también “Montes pálidos”) al amanecer y sobre todo al ponerse el sol, el cielo cambia con un color que va del rosado al rojo fuego: es el fenómeno llamado “enrosadira”. El Lefay Resort se vuelve rosado también, adquiere la luminosidad que traspasa sus muros acristalados, luz, nieve, montes y bosque.

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