CUARTEL DEL MAR

Ubicación: Chiclana, Cádiz

Fecha de ejecución: 2018

Fotografía: Pancho Gallardo y Antonio Andrade

Cliente: La Azotea del Círculo

El proyecto de El Cuartel del Mar rehabilita el antiguo cuartel de la Guardia Civil de la Loma del Puerco, en Chiclana de la Frontera, para adaptarlo a sus nuevos usos de restaurante, punto estratégico de avistamiento de aves, y espacio para desarrollar actividades culturales y de ocio. La edificación corona la subida de la ladera desde la Playa de la Barrosa, abriéndose al paisaje con una intervención muy respetuosa desarrollada por el estudio more&co de Paula Rosales, que pone en valor las características únicas del entorno.

El acceso motorizado se produce por esta carretera hasta el aparcamiento integrado en la parcela, paralelo a la fachada este y oculto desde la playa. Además, se ha posicionado a una cota inferior con respecto a la rotonda de acceso al conjunto, desapareciendo en el horizonte. El acceso peatonal, alejado del motorizado, discurre por un intencionado sendero de paseo con vegetación que se funde con el paisaje, como si siempre hubiera estado ahí.

Se han efectuado una serie de mejoras en la distribución y estructura del edificio para adecuarlo a los nuevos usos, así como habilitado el acceso a la cubierta con una nueva escalera de caracol. Igualmente, se ha acondicionado el conjunto de la manera más respetuosa e integradora posible, tanto en el interior como en el exterior, incluyendo estrategias pasivas de protección solar para el edificio y sus usuarios, pérgolas para controlar la incidencia lumínica o acabados en tonos claros para evitar su sobrecalentamiento. Se han utilizado materiales naturales y técnicas constructivas locales, como la madera, el cañizo trenzado o el mortero de cal; y un cuidado tratamiento vegetal que se funde con el paisaje, como si siempre hubiera estado ahí. El estudio estuvo en contacto directo con el artesano, revalorizando lo propio del lugar con una visión contemporánea. Priman los materiales naturales, mínimamente tratados para que se lea claramente su origen, creando un ambiente cómodo, informal y fresco.

En la cubierta y patio se ha incluido vegetación dispersa de bajo mantenimiento, enlazando con el paisaje circundante. Se utiliza grava en el aparcamiento en los mismos tonos, que además por su textura como pavimento obliga al tránsito lento de vehículos y permite un paseo cómodo peatonal. En el interior, pavimentos continuos de hormigón pulido permiten una gran flexibilidad de distribución de los espacios, dando un aspecto natural y dejando el protagonismo a las vistas al exterior encuadradas por las ventanas. El falso techo de madera y cañizo trenzado se replica en las pérgolas exteriores en un juego de espacio interior-exterior continuo, e incorpora la absorción acústica oculta en su interior. La brisa de la ventilación cruzada entre fachadas y el sonido del oleaje hará el resto.

Menú

Acceder