BOUTIQUE HOTEL CASA CÁNOVAS

Luzio Design&Projects se ha encargado de transformar una casa señorial del s.XVII, en el primer hotel boutique de Cádiz, un alojamiento singular en el corazón de la ciudad.

En pleno corazón histórico de Cádiz, Casa Cánovas abrió sus puertas en verano de 2021 llegando así el primer boutique hotel a la ciudad. El estudio barcelonés Luzio Design & Projects es el responsable de la transformación de una casa señorial del s.XVII para dar vida a un singular alojamiento marcado por un distinguido héritage andaluz.  

El nuevo hotel, cuyo nombre es tomado de la calle donde está situado, supone la materialización del sueño de sus nuevos propietarios, el cual consistía en abrir un establecimiento de estas características en su región de origen hasta ahora inexistente. La suerte acompañó de manera doble a sus impulsores encontrando el inmueble perfecto junto a la concesión de la última licencia hotelera disponible hasta la fecha otorgada por el ayuntamiento gaditano. 

Aires del sur con estilo Luzio.
Conocedores del estilo de diseño de Luzio por trabajos anteriores, el proyecto tenía unas directrices bien claras: la creación de espacios con esencia propia y particular. El estudio de interiorismo asumió gran parte del mismo, incluyendo la distribución de todas las áreas y estancias, zonas comunes, patio interior, así como las zonas exteriores incluyendo la fachada. “Nuestra intervención aspira a custodiar y proteger el lenguaje original de esta antigua casa familiar, conviviendo con una selección de materiales y acabados contemporáneos”, explican fuentes del estudio.  “Recrearnos más con el detalle, ya que el proyecto es casi como hacer una casa. Usamos muchos textiles y colores, porque queríamos que se notara que estamos en el sur. Y con un punto barroco, muy gráfico y muy de contrastes, con piezas antiguas”, comenta María José Gómez, co-fundadora del estudio de interiorismo, quien añade: “De hecho, no hay nada igual en todo Cádiz”.

Puerta de entrada, que conserva la piedra ostionera característica de Cádiz

Esplendor de piedra ostionera y cierros gaditanos

Situado entre dos casas, el edificio cuenta con cuatro plantas que giran a un patio andaluz que actúa como eje. La fachada llama la atención antes de incluso entrar en el interior, con sus dos acabados diferentes. La planta baja está revestida de piedra ostionera, característica de Cádiz, limpiada cuidadosamente luciendo así su aspecto original. La fachada de las plantas superiores fue saneada en blanco impoluto, destacando así sus balcones de madera o cierros gaditanos, de tono más oscuro. Fabricados con madera nueva, un carpintero local ha sido el responsable de dar vida a dichos balcones respetando su diseño original, sustituyendo no obstante el color blanco de origen por este más oscuro.

La iluminación exterior también ha sido contemplada dentro de un proyecto de lighting design el cual incluye tecnología de bañado cromático LED para dar respuesta a necesidades estéticas de extensa índole.

Imagen de la recepción, que conserva el pavimento original

La entrada del hotel es custodiada por un portón doble de grandes dimensiones diseñada específicamente para la zona de acceso y pintado de gris antracita. Tras él se llega a la recepción, un espacio de dimensiones reducidas y ambiente intimista. Un elegante arrimadero de mármol destaca entre las paredes de color oscuro que recorren la estancia. La escena se completa con un suelo también de mármol en formato damero. Ambos elementos han estado presentes en el inmueble desde su construcción y han sido restaurados para recuperar toda su nobleza y aspecto inicial.
También son dignos de mención el mueble de la recepción, fabricado a medida y pintado en el mismo color, así como la pared revestida de madera y decorada con elegantes molduras. Otros elementos completan la escena, tales como grandes maceteros para plantas, un banco de piel de acabado capitoné así como varios puntos de luz con lámparas de diferentes diseños. La barandilla de hierro de la rampa de acceso al interior del hotel ha sido recuperada de otro lugar de la casa y rehabilitada para darle una nueva vida y función en dicha área.

Patio interior, con columnas de mármol originales

Un luminoso patio actúa como eje vertebrador de las diferentes zonas que conforman la planta baja. Uno de los laterales por el que se accede a las escaleras, se encuentra situado entre dos majestuosas columnas originales de mármol blanco, igual que el suelo, y siguiendo un recorrido ascendiente se conservan en cada planta, entre arcadas, a modo de mirador con cristales fijos de seguridad.

Una claraboya de forma piramidal concluye la zona superior del patio, facilitando la entrada de luz natural. En esta zona destaca una elegante lámpara chandelier de cristales, traída por los actuales propietarios,. Con un efecto de flotar en el espacio, un cable recorre los dos pisos de altura hasta engarzarse con el lucernario.
A continuación se accede a lo que antiguamente era la biblioteca de la casa, hoy convertida en salón, donde también se sirven los desayunos. En contraste con la luminosidad del patio, el visitante se adentra en una atmósfera cromáticamente oscura que ayuda a generar una sensación de recogimiento que invita a disfrutar de plácidos momentos de lectura, reuniones distendidas o del delicioso sabor del café en la mañana.

Imagen del salón, antigua biblioteca de la casa

Siguiendo el hilo conductor que recorre los diferentes espacios del hotel, el salón muestra una equilibrada armonía entre piezas de mobiliario antiguo -de los propietarios originales y de los actuales- que conviven con muebles modernos seleccionados cuidadosamente por el estudio de interiorismo. Las miradas se centran en la chimenea de mármol presidencial, trasladada desde otro punto de la casa.

Vista del salón, donde se sirven también los desayunos


Los ventanales de rejas antiguas del salón que dan a pie de calle carecen de cortinas de manera intencionada con el objetivo de facilitar la visión del transeúnte hacia el interior del hotel. En contrapunto, textiles de acabado aterciopelado toman un protagonismo notable en la tapicería de los asientos tipo banco que recorren ambas paredes, así como de las butacas y la gran alfombra, todos ellos en tonos oscuros. Un dorado envejecido marca el contraste elegido para los cojines, los marcos de los espejos y del cuadro de encima de la chimenea, los laterales de las mesas, algunos detalles de las butacas, así como las diferentes lámparas de sobremesa.

Baños de cortesía, con predominio del gris antracita en los arrimaderos y molduras

En la planta baja también encontramos los aseos de cortesía, donde destaca la misma puesta en escena con predominio del color gris antracita de las puertas y los arrimaderos de madera con molduras combinados, en esta ocasión, con sendos papeles murales, uno en tonos dorados y el otro oscuro con detalles en oro. El guiño a otras épocas pasadas lo pone el diseño de los lavabos, las griferías, las manetas de las puertas y los accesorios decorativos del aseo.  El ascensor se aloja entre la habitación y los baños de cortesía. Su interior está revestido  de líneas modernas, aunque se eligió una botonera de latón buscando ese guiño antiguo que demuestra el esmerado cuidado por los detalles presente en todo el proyecto
Al final de esta planta se halla la primera de las diez habitaciones que conforman el hotel; en concreto se trata de una doble superior con patio interior, al que se puede acceder tanto desde el dormitorio como desde el baño.

Una de las suites con salón privado

El resto de plantas del edificio se destinaron a las nueve habitaciones restantes de Casa Cánovas Boutique Hotel, así como a la terraza superior y exclusiva para huéspedes. La petición de los propietarios fue que “cada habitación debía ser diferente, cada una con su propia personalidad”.  Y Luzio Design & Projects así lo planteó, obedeciendo también a las cinco distintas categorías que se establecieron, aunque con algunos elementos comunes. Así, el hotel ofrece 4 habitaciones dobles superiores que dan al patio interior (una de ellas, la de la planta baja, con salida a pie), 2 grandes suites con salón privado, 2 suites con balcón a calle, y en la planta más alta, una habitación más pequeña con terraza y mirador y una opción de tríplex que incluiría dos terrazas y el acceso al mirador con chill out. Éste es típico de las casas de esta parte de la ciudad y, como su nombre indica, servía antiguamente para otear el horizonte.

Vista de una de las habitaciones, en las que se han conservado las vigas originales

Para las plantas de las habitaciones y suites, así como los pasillos que las comunican, se optó por un pavimento de hormigón pulido de color negro que realza y da vida al mobiliario y a las piezas de diseño de todas estas estancias.
Nada más entrar en las suites, de aquellas que se han podido recuperar, destacan los techos con las vigas de madera originales, pintadas acorde a la paleta cromática de la estancia. Por otro lado, uno de los elementos comunes en todas ellas son los generosos armarios de madera con bar-desayunador integrado y que han sido diseñados expresamente para el hotel y fabricados por artesanos carpinteros.

Las habitaciones poseen armarios de madera a medida, realizados por carpinteros artesanos

Los cabeceros de las camas de diferentes formas son la pieza estrella sin lugar a dudas, Hechos a medida, y vestidos de llamativos estampados aportando un estilo muy barroco, dichos cabeceros se ven más realzados si cabe gracias a la combinación creada con el papel pintado de la pared sobre la que se apoyan. Piezas antiguas como algunas cómodas y armarios de roble, otras de adquisición única, lámparas de latón envejecido, alfombras de texturas suaves… complementan cada suite, y donde nada se ha dejado al azar. Todo ha sido diseñado para que los huéspedes disfruten de una estancia acogedora”, explican sus diseñadores.

Cabecero tapizado combinado con papel de pared estampado y cómoda antigua

Los baños son otro ejemplo. De dimensiones XXL, están totalmente revestidos de mármol de suelo a techo, algunos en tonos blancos, otros en negro, destacando las enormes duchas. La excepción de incluir además una bañera se halla en una de las suites y también en una de las terrazas, con un modelo antiguo con patas que se presenta al aire libre. En el proyecto de todos los baños se ha conseguido una combinación perfecta entre las elegantes griferías y lavabos de estilo clásico con el moderno equipamiento de los sanitarios.

Los baños están equipados con grifería de estilo clásico

Sus vistas también son diferentes en cada suite, al igual que la decoración. Algunas con balcón, permiten tomarle el pulso a las calles del centro histórico de la ciudad. Las que dan al patio interior, lo hacen a través de las bonitas rejas originales de la casa, trasladadas desde el patio principal. Y las más afortunadas, cuentan con terraza privada y vistas al mar desde el mirador con chill out y están equipadas con tumbonas de madera y mobiliario de forja, las mismas piezas que protagonizan la terraza principal, de acceso solo para huéspedes, donde leer, conversar y tomar un copa bajo las sombrillas… o bajo las estrellas.

Terraza privada de una de las suites con bañera

Merecen mención especial las tradicionales persianas de esparto natural que cubren las ventanas y los accesos a las terrazas, todas confeccionadas a mano por artesanos de la zona y que tanto se agradecen cuando cae el sol estival en estas tierras gaditanas.
Para Luzio Design & Projects el proyecto de iluminación del hotel era un aspecto esencial en el que dedicar máxima atención “y se diseñó a partir de dos premisas: generar buena iluminación que acompañe la atmósfera de cada estancia y realzar las piezas y elementos de decoración originales de la vivienda y los incorporados por el equipo de interioristas”, explican desde el estudio. El resultado es que grandes chandeliers de cristal protagonizan las habitaciones y espacios sociales del hotel en armoniosa convivencia con lámparas de pie y escritorio, apliques de pared y tiras. De led ocultas en armarios con sensor de encendido-apagado.

Cada habitación cuenta con diferentes puntos de iluminación, protagonizados por los chandeliers

En el mes de febrero de este año, Casa Cánovas Boutique Hotel ha ampliado sus instalaciones con la apertura de su restaurante propio, también firmado por Luzio Design & Projects, tras adquirir el local de una casa colindante. El acceso desde el interior del hotel para los huéspedes tiene lugar a través del patio principal donde se ha abierto una puerta, aunque el restaurante también tiene su entrada principal directamente desde la calle.

Terraza de uso privado para los huéspedes

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